El territorio posee la mayor diversidad de flora en la Isla. Ejemplos de ello se encuentran en el Parque Natural Alejandro de Humbolt y, digamos, la playa Maguana.
En la actualidad si el viajero arriba a Baracoa por carretera, le aguardan las emociones de transitar por el llamado viaducto de La Farola, carretera volante de casi 30 kilómetros de extensión, donde la mano del hombre transformó buena parte de la montaña incluida en una zona de 127 hectáreas de selva considerada reserva de la biosfera por la UNESCO.
Destaca la enorme variedad de helechos entre los que sobresale el alborescente. Por doquier los cocoteros y las plantaciones de cacao embellecen el entorno enriquecido por varios ríos, entre ellos el Toa, considerado el más caudaloso de todos.
Si usted es de esas personas amantes de la naturaleza en su más pura concepción, entonces la visita a esta ciudad debe ser incluida, porque aquí sus expectativas quedarán satisfechas. Baracoa es un destino a tener en cuenta.